Un león, que ya había llegado a su etapa madura, ya no podía conseguir su comida a la fuerza, como lo hacía antes. Así que decidió usar la astucia para lograrlo. El león se fue a una caverna y se echó al suelo haciéndose pasar por enfermo, con el fin de que los animales fueran a visitarle y el poder comérselos.
Ya habían caído varios en su pequeña trampa, hasta que un día la zorra decidió ir a visitarlo. Ella ya se había dado cuenta de su trampa, así que a una distancia prudente de la caverna le preguntó al León como estaba.
- ¡Muy mal!, le respondió el león, y preguntó también que por qué no entraba a visitarlo.
- Hubiese entrado, si no viera muchas huellas de animales que entran pero ninguna de animales que salgan.
Moraleja: Los hombres sensatos están pendientes de indicios de peligro y los evitan.
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