El maestro contaba la historia de una antigua vasija de cerámica de un valor incalculable, por el que había pagado una inmensa fortuna durante una subasta pública. La vasija, había sido usada por un mendigo, que murió viviendo prácticamente en la miseria, e ignoraba el valor que tenía la vasija en la cual había pedido limosna durante toda su vida.
El discípulo, le preguntó al maestro, ¿qué representaba esa vasija?. El maestro respondió: "A ti mismo". El discípulo, un poco confundido, le pidió que le explicara mas claramente el significado. El maestro dijo: "Centras toda tu atención en el conocimiento insignificante de los libros y enseñanzas de los maestros. Es mejor que prestes mas atención a la 'vasija' en la que lo guardas".
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