Un discípulo que tenía un auténtico espíritu emprendedor y con bastante iniciativa, pero le desalentaban las frecuentes criticas que se le hacían. Le pidió ayuda al maestro, y él le respondió:
- Escucha las palabras del crítico, pues te dirán lo que tus amigos ocultan y no son capaces de decir. Pero no te dejes abrumar por lo que el crítico diga. "Nunca se ha erigido una estatua en homenaje a un critico. Las estatuas son para los criticados".
Moraleja: Escucha las críticas, y aprende de ellas, pero no te dejes desanimar por palabras malintencionadas.
Me gusto muchooooooo
ResponderEliminarMuy cierto!!
ResponderEliminarsabio
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