En una enorme ciudad, había ocurrido una gran matanza de personas inocentes. Un gobernante de mucha influencia fue acusado de no hacer nada al respecto, a pesar de que tenía las herramientas para actuar.
Cuando estaba en el comité, un hombre del publico dijo:
- ¿Donde se encontraba cuando fueron matadas toda esa cantidad de personas inocentes?
- Agradecería que la persona que hizo esa pregunta, se colocara de pie. -dijo el gobernante-
Hubo un gran silencio, todos mirando a hacia los lados, pero ninguna persona se puso de pie.
- Muy bien, sea quien sea, ya tienes la respuesta a tu pregunta. Cuando esos asesinatos ocurrieron, me encontraba en el mismo lugar en el que está usted ahora.
Moraleja: Debemos tener nuestros principios, y aprender a dar la cara aún cuando hayamos cometido algún error.