Después de los atentados ocurridos el 11 de Septiembre en Estados Unidos, una empresa que tenía las oficinas cerca al WTC, permitió que los empleados de otras empresas cuyas oficinas hubieran sido afectadas por dicho atentado compartieran su oficina con ellos.
En una de las reuniones matinales, entre todos contaban historias de porque estaban vivos, y se dieron cuenta que todo era por pequeños detalles. El mas impresionante, fue el de un señor que usaba un par de zapatos nuevos y le había salido una ampolla. Paró en una farmacia a comprar una curita y por eso se le hizo tarde. Por eso no estuvo durante el atentado.
Moraleja: Cuando estés atrapado en el trafico, cuando encuentres todos los semáforos en rojo, cuando no encuentras las llaves o cuando no suena el despertador, no te enfades y te pongas como loco... Piensa, que Dios puede estar cuidándote de algo. Estás en el lugar preciso que debes estar, en el momento preciso.