Un hombre disfruta de un buen sueño, cuando comenzó a sentir picazón por todo el cuerpo. Molesto por la situación, buscó por toda su cama para ver qué era lo que les estaba causando tanta molestia. Tras su búsqueda encontró a una minúscula pulga y le dijo las siguientes palabras:
- ¿Quién te crees que eres insignificante bicho, para estar picándome por todo mi cuerpo y no dejarme disfrutar de mi merecido descanso?
- Contestó la pulga: "Discúlpeme señor, no fue mi intención molestarlo de ninguna manera; le pido por favor que me deje seguir viviendo, ya que por mi pequeño tamaño no creo que lo pueda molestar mucho." El hombre riéndose de las ocurrencias de la pulga, le dijo:
- Lo siento pequeña pulga, pero no puedo hacer otra cosa que acabar con tu vida para siempre, ya que no tengo ningún motivo para seguir aguantando tus picaduras, no importa si es grande o pequeño que pueda ser el prejuicio que me causes.
Moraleja: todo aquel que le hace daño a otra persona, debe estar dispuesto a afrontar las consecuencias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Te gustó la fabula? ¡Deja tu comentario!